CONCIENCIA, BIENESTAR INTEGRAL Y PRÁCTICA

Quiero empezar el blog con un artículo que recoge la esencia de mi propósito. Ayudarte a mejorar tu salud de forma global. Con frecuencia damos mayor importancia a la salud física. Cierto es que cuidar nuestro cuerpo es necesario, pero no es lo único. En la consulta del hospital visito a muchas personas diariamente. Una gran mayoría están preocupadas por su salud por lo que siguen planes de alimentación y ejercicio estrictos, pero cuando les pregunto por el tratamiento farmacológico que toman, demasiado a menudo necesitan consumir ansiolíticos para poder dormir.  Puede que nuestra vida nos obligue a vivir a un ritmo frenético y nos cueste desconectar cuando queremos desenchufarnos y entrar en modo relajación. Igualmente una preocupación excesiva por la salud física y las medidas que tomamos para tener un cuerpo perfecto pueden llevarnos a generar un estrés que dificulta esa tranquilidad que inevitablemente tenemos que conseguir para vivir con un bienestar completo.

Quiero inspirarte para que a partir de hoy mismo consideres tu bienestar mental, emocional y regulación del estrés como una prioridad. Esto no significa que debas emplear de repente una gran cantidad de tiempo en ello, pero te propongo que empieces a tomar conciencia de momentos en los que te sientes con estrés elevado o un intenso nivel emocional. Simplemente describiéndolo y dándote cuenta de que lo estás viviendo aquí y ahora. Las emociones o el estrés no implican que tengamos vivencias negativas, podemos sentirnos muy afortunados pero también muy ansiosos y esto nos provoca igualmente un desasosiego mental y consecuencias físicas que te contaré en el siguiente post.

 

TE PROPONGO QUE:

Decidas darle importancia a tu mundo emocional y mental porque no hay salud sin bienestar psicológico. Además te permitirá cuidarte de forma global. Cuando nos sentimos estresados o con una carga mental elevada resulta más complicado tomar elecciones adecuadas en salud. Porque no tienes tiempo o no lo valoras como importante.

Tomes conciencia de cómo te sientes en determinados momentos del día. Describiendo tanto emociones como sensaciones o pensamientos.

Puedes empezar con emociones que vivimos como desagradables, porque cuando nos sentimos bien, simplemente disfrutamos sin pensar en lo bien que nos encontramos. Pero te animo a que practiques tanto cuando te sientes globalmente positivo como cuando tienes disconfort, ampliando el vocabulario emocional.

 

Detalla y localiza las sensaciones que notas en tu cuerpo: presión en el pecho, calor, malestar en el estómago, hormigueo en las manos. Te ayudará a identificar las emociones que lo acompañan.

 

Describe tus pensamientos ante diferentes situaciones que vives a lo largo del día.

 

Por último además de practicar identificando emociones, sensaciones y pensamientos, cuando detectes que lo vives con intensidad: practica la respiración consciente. Inspirando y espirando durante unos segundos lentamente.

 

En siguientes posts te hablaré sobre otras técnicas a parte de la respiración para reducir la intensidad de las emociones y el estrés. Las herramientas que te propongo no hacen que desaparezca tu problema o situación pero si te permite conseguir una perspectiva diferente.

No dudes en escribirme para contarme si te ha gustado, te ha sido útil y recomiéndalo si crees que puede ayudar a otras personas.

Sé feliz y haz lo mejor que puedes el mayor tiempo posible.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Privacidad